Tengo, desde hace unas semanas, un beso tuyo rondándome la boca.
Lo escucho aleteando lleno de vida, mientras busco aparcamiento para mi corazón.
Él es más rápido que yo buscando espacios.
Ha encontrado un lugar en uno de mis rizos, me observa, refugiado desde allí.
Yo sigo dando vueltas sintiendo que se me acaba el combustible.
Se ha encendido la luz de reserva.
¿Será que hay algún parking de corazones?
También hay una araña en mi escritorio. No he podido más que saludarla deprisa. Tengo tantas tareas que hacer…
¿Alguien más necesita un parking de corazones? ¡Qué levante la mano!
1 comentario en «Parking de corazones»
Fascinante, seductor y tierno.
Me encanta.