Contradictorio y desconcertante. No voy a decirte ni bueno, ni malo. Por el momento sólo eso. Me has colgado de las orejas que hay que apostar por el talento, que cada uno vuela gracias a una serie de habilidades natas. Me has martillado el cerebro con que lo maravilloso es potenciar esas virtudes e impedir que los defectos te arruinen los días. Me has seducido con que uno tiene lo que cree que se merece ¡con todo lo que eso implica! Me has hecho respirar todas tus capacidades, regarlas, ponerlas al sol, cocinarlas al “baño maría” y hasta alimentarme de ellas. Me has vaciado el esfuerzo y la dedicación para reinventarte y readaptarte a nuevos retos profesionales y en realidad vitales. Te he comprado ¡a precio de oro! que lo importante no son los viejos títulos colgados en la pared sino esa mezcla de inquietudes y talentos cultivada durante todos estos años.
Y después de todo esto ¿ahora eres tú quién me abandona y se escapa por la senda pantanosa de las dudas? ¿Eres tú quién se viste de gris confundiéndose entre los descreídos? ¿Eres quien se esconde detrás de los títulos que no tienes? Es desconcertante, contradictorio y sinceramente no te lo voy a permitir. Vamos a seguir soñando querida, cueste lo que cueste y a partir de mañana mismo retomamos nuestro ejercicio predilecto: creer en seis cosas imposibles antes de desayunar.
Queridos lectores, muchos de vosotros me habéis hecho llegar este vídeo de diferentes formas y me parecía justo compartirlo aquí con vosotros, así como una de las conversaciones que tuve conmigo misma hace unas semanas. A veces, como todos, yo también me permito dudar y cuestionar a mi amada incertidumbre.
Ahora, cuando eso ocurre me quedo en silencio y escucho las voces que tengo guardadas, ya tienen nombres y apellidos y con el tiempo he ido identificando los papeles y objetivos de cada una de ellas. Todas son necesarias, pero ya no me mueven de mi centro, ahora soy yo quien decide a quien callar y a quien escuchar para seguir una dirección u otra. Y por si esto fuera poco hay personas maravillosas cerca de mi que me recuerdan que estoy en el buen camino, que vale la pena potenciar lo que cada uno lleva dentro, de serie, que cada día puede ser mejor que el anterior, que no son los papeles los que dan valor a nuestra vida sino nuestros actos y actitudes. Y sea como sea, yo voy a seguir soñando y trabajando por ser esencialmente así, cueste lo que cueste.
TÚ, que me lees, gracias por recibir mi desnudez, por aceptar siempre esa invitación, que permanentemente dejo aquí colgada, al mundo de los sueños, por TU confianza y por ATREVERTE a SOÑAR y contagiarme a mi de vuelta 😉
¿Seguimos soñando?
…a veces…
menos mal
que tengo varias voces
que me hablan,
me recuerdan que estoy VIVA
y me dan fuerzas
para seguir …
12 comentarios en «El poder de dos o más…»
La duda es sana,
la palanca de una catapulta que nos lleva a ser mejores.
Gracias a ti por compartirte
Un abrazo
Me sorprende la pregunta ¿te atreves a soñar?… mi respuesta: ¿se puede vivir de otra manera?
Abrazos soñados y vividos
Mi querida amiga, es humano flaquear a veces, nos fallan las fuerzas, las creencias y las ganas… pero las personas como tú las recuperan y siguen soñando porque no conocen otra forma de vivir y ser.
Un abrazo soñador.
@KATREyuk tienes mucha razón, es justo eso aceptarla e incorporarla sin muchas complicaciones, ella surge de vez en cuando 😀
@Shubhaa: yo tampoco sé vivir de otra manera 😀
@Tegala: Sí, en cuanto escribo las palabras todo se esfuma y sale el sol de nuevo 😉
Muchos abrazos soñadores para todos y gracias por venir a verme!
Es esa capacidad de soñar la que te hace ser tú… las voces son “solo” voces, siempre van a estar ahí merodeando, quizá la virtud de escuchar también está en aprender a silenciar lo que no nos hace bien…
beso!
Cierto Virgi! Una ves que se le da la oportunidad de hablar a alguna de las voces y se le reconoce su existencia todo se normaliza y deja de ser un incordio para ser alguien de quien aprender 😉 Un beso gigante!