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El descanso de la guerrera

Había una vez, en un lugar cualquiera, en un tiempo cualquiera, dos hermanas gemelas Sarandera y Arednaras. Ambas habían heredado de su padre el simple oficio de ser las defensoras de su pueblo, como otros habían heredado el oficio de barrendero, de herrera, de florista, acompañante, cuenta cuentos o cocinero. Ellas eran las gemelas guerreras.

Cada día salían bien temprano en la mañana para enfrentarse a todos los peligros que acechaban aquel lugar, dragones de fuego envenenados, flechas de odio disparadas con maldad, escupitajos de serpientes traidoras y un sin fin de adversidades que juntas lograban vencer.

Al caer la tarde, regresaban juntas, llenas de heridas pero victoriosas pues habían cumplido con su tarea al salvaguardar aquel lugar mágico de todas las fuerzas que intentaban destruir la bondad, el compañerismo, el amor y la paz que siempre había reinado en aquellas tierras.

Aunque eran iguales en casi todo había una cosa que las diferenciaba.

 

Arednaras, cuando llegaba, buscaba el reconocimiento de todos sus habitantes, mostrando sus heridas y relatando con todo lujo de detalles los peligros que había conseguido vencer, se llenaba el ego de méritos alimentándolo con cada “¡oh! que valiente”, “¡eres tan fuerte!”, “¡queremos ser como TÚ¡”, “¡que haríamos sin ti!” y pensaba ella que esa era la mejor forma de curar todas sus heridas. Se veía con los ojos de los demás y se construyó en su mente una imagen de si misma de mujer poderosa y valiente. Después de cada demostración se iba a buscar la compañía de cualquiera que le diera de beber palabras que la vanagloriaran y así emborracharse para anestesiar cualquier dolor y al mismo tiempo cualquier amor propio. A veces al caer la noche se la veía enredada con algún hombre con el que buscaba desesperadamente encontrar algún alivio de amor, sin importarle de que color fueran sus besos, sus abrazos o incluso su dolor. Así fue haciéndose resistente a las heridas y cada mañana alguno de sus sentidos ya no despertaba, pero el precio de no querer sentir era un arma de doble filo pues no solo anestesiaba el dolor sino muchas otras cosas.

 

Mientras tanto Sarandera se iba discreta a su cabaña y se dedicaba a descansar y curar sus heridas despacio, las veía sin miedo, entendía su profundidad, su extensión, las consecuencias que tendrían en su cuerpo y analizaba con calma en que pasos había fallado y en cuales había actuado bien, siempre con el objetivo de mejorar su técnica y su actividad. Sarandera era también capaz de incorporar a su vida cosas bellas que había visto durante el día, pues no todo era sufrimiento y trabajo difícil, ambas tenían la suerte de habitar un lugar que les ofrecía un sin fin de posibilidades para el gozo de los sentidos. Ella era la única que había continuado con la sabiduría de su madre, que era curandera,y entonces aplicaba todo tipo de ungüentos por su cuerpo, usaba plantas como bálsamos e infusiones para beber y calentar el alma. Ella siempre preparaba los mismos remedios para Arednaras, pero ésta nunca los aceptaba. Cuando terminaba se entregaba al placer de pasear y hablar con las personas, a dejarse llevar por los caminos, casi siempre acompañada por sus fieles amigos, un dragón de fuego bueno y un hombre bueno de fuego pues le daban su amor incondicional y juntos iban creciendo en su viaje por la vida.

guerrera
Retrato by Zita Pinto

Un día de los mas calmados ocurrió algo inesperado. Arednaras iba haciendo su ronda vigilando los lugares mas peligrosos y de repente un drosagón, criatura casi inofensiva comparada con el resto, le arañó el pecho de una forma leve pero certera. Ella que siempre pensaba estar alerta, había dejado de tener sus sentidos agudizados pues toda la anestesia que usaba para las heridas adormecía también el resto de sus capacidades sin que se diera cuenta.

 

Sarandera llegó con Arednaras en brazos e inconsciente al poblado y al verla llegar hubo muchos comentarios:

“Al final nadie es invencible”, “y yo que pensaba que ella podía con todo”, “y ahora ¿qué vamos a hacer?”, “¿será que podemos volver a confiar en sus capacidades?”.

 

Sin escuchar, Sarandera, fue directamente a su cabaña. Aquella herida era muy superficial pero había tenido la mala suerte de cruzar otras tres o cuatro, o quizás eran cinco o seis, o serian quince o veinte, que aún estaban sin cicatrizar.

 

Durante muchas noches escupió, Arednaras, dolores mal curados, lloró heridas que no había querido ver y con la ayuda de su hermana todas ellas se fueron cerrando dejando las marcas en todo su cuerpo y su hermosa piel. Las manos de Sarandera no se separaban de ella y cada día se concentraba en un lugar diferente de su cuerpo.

 

Cuando al fin Arednaras despertó, Sarandera la obligo a levantarse y la llevo al rio para que pudiera ver con total claridad quien era, en el reflejo del agua. Cuando ambas llegaron Sarandera le dijo:

 

Arednaras, esta eres TÚ, la mujer valiente que se atreve a enfrentar y vivir muchas cosas y también vulnerable que al vivir así, a veces, se llena de caricias y otras de dolores.

Ella se vio en aquel reflejo y no comprendió quien era aquella mujer despeinada y dolorida que parecía tan frágil comparada con la mujer que ella pensaba que los demás creían que era.

 

– Esta no soy yo, ¿que has hecho conmigo? – respondió Arednaras muy enojada y con las lágrimas escurriendosele por las mejillas.

 

– Querida hermana, has estado tanto tiempo concentrada en vivir de lo que los demás piensan de ti que no has visto ni sentido la realidad durante décadas. Necesito que guardes esa imagen, que la aceptes y la quieras, y que cada tarde conmigo, a partir de ahora, te entregues al descanso de la guerrera, porque solo así entenderás el valor y el significado de tus acciones y entonces solo así sabrás quien eres y podrás convertirte en quien quieras ser.

 

Y así fue como, poco a poco, ambas comenzaron a entregarse a aquel ritual de quererse despacio, de entenderse, de aceptarse. Arednaras con la ayuda de Sarandera comenzó a probar el arte de curar y exploró incluso nuevas fórmulas que después fue capaz de usar hasta con otras personas. Arednaras nunca más busco el reconocimiento de los demás y dejó de necesitar sentirse especial por las palabras de los otros. Comenzó a darle la importancia justa a su trabajo y sus acciones y así fue como entonces todo el mundo recuperó su confianza en ella y se sintieron tranquilos y mas protegidos que nunca. Y así realizaban juntas su trabajo, unas veces luchando contra las fieras y otras adorando imágenes, animales, personas, momentos que les regalaba aquel entorno mágico, simplemente como los jardineros cuidan los jardines, como las herreras fabricaban utensilios o como los barrenderos limpiaban aquel lugar.

 

…a veces…
Si no paramos de a poco
paramos por mucho
en seco
para volver a empezar despacio…

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Soy Angela

En este espacio me he dado el permiso de jugar con las palabras, la imaginación y la creatividad…

Mientras no estoy aquí me dedico a crear igualmente, acompaño a profesionales del desarrollo personal para que su proyecto de corazón tenga formato digital. He puesto mis conocimientos en diseño web, marketing digital y creatividad al servicio de personas que ayudan a otras a tener una vida más plena y feliz. Puedes encontrarme en www.angysanz.es

28 comentarios en «El descanso de la guerrera»

  1. Un cuento precioso y sobre todo un uso inteligente de una situación difícil para aprender y crecer como persona. Siento que estás muy viva y capaz y dispuesta a reinventarte cada vez que haga falta. Esa energía interior es la misma que tenías en la infancia y que me llegaba a través de la mirada profunda de tus ojos. Un beso muy, muy fuerte.

    Papá.

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  2. las manos, en el corazon, en el plexo, curando heridas con ellas, reencontrandote con ellas, despacio, sin prisa, la sanadora que toda guerrera lleva dentro ¡¡¡sino no podria ser lo que es…guerrera!!! muchos besos

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  3. Ángela, que hermosa historia cargada de significado. Hay que descansar, guerrera, hay que saber cuidar las heridas despacio, sacando lo bueno de cada una de ellas, guardando la lección que nos enseña. A veces, nos perdemos y no sabemos hacerlo… pero siempre habrá alguien que nos tienda la mano para que sepamos buscar el lugar perfecto para hacer ese reposo necesario.
    Y sí, hay qué aceptar la imagen que nos devuelve el espejo y eso a mi me cuesta más en estos momentos; aunque sé que nunca he dejado de ser yo y que lo que hay oculto es todavía mejor.

    Me encantan tus relatos! ¿Cómo decirlo? Pues así: ¡¡ME ENCATA LEER TODO LO QUE ESCRIBES!!

    Un abrazo fuerte, Guerrera.

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  4. Querida Tegala:
    A veces creo que estamos tan doloridas que ni las manos tendidas ofreciendo ayuda vemos…
    Estoy segura de que en menos de nada la imagen que nos devuelve el espejo es mejor de que algún día imaginamos!
    Gracias porque te guste y gracias por venir!
    Mas besos a todas las Guerreras!

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  5. Esta claro que tu creatividad esta intacta y muy activa ,lo cual significa que esta viva. Es un cuento maravilloso muy autentico.
    Un beso muy fuerte

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  6. M. Teresa Bienvenida a Chocolate Bailable! Me alegra que te haya gustado este espacio, siéntete como en tu casa, y vuelve cuando quieras. El cuento surgió de algunas vivencias y reflexiones y sí, lo mejor es aprender y quedarse con lo bueno! Besos!

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  7. Chusi, gracias a esa creatividad voy sintiéndome mas viva cada vez…es como si fuera una energía que fluye desde muy adentro que alimenta mi cuerpo, mi mente y mi alma!
    Besos y gracias siempre por estar ahí!

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  8. Ángela, una vez más gracias por expresar de forma tan bella y tan certera situaciones y emociones tan complejas. Me quedo con tu frase de quererse despacio, entenderse y aceptarse. Eres un precioso regalo que la vida me ha puesto en el camino.
    Besos con respiración profunda

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  9. que bonito! Que adaptação brutal da realidade! Eu consigo imaginar as duas irmãs guerreiras a viver dentro de cada um. Porque também em cada um reside a capacidade de cura para as feridas da vida
    Força super Dupla-guerreira!

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  10. Shubhaa, a veces ni yo misma sé como explicar cosas tan complicadas y entonces me doy cuenta de que buscando esas nuevas formas de expresión surgen cosas como esta…Gracias por motivarme a explorar, descubrir y sobre todo por llevarme de la mano! Un beso fuerte!

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  11. Querida Zita! É mesmo assim que eu vejo as coisas…todos temos as duas cá dentro e a possibilidade de as usar da forma mais equilibrada…só resta encontrar esse frágil equilíbrio que as vezes o mundo que esta fora de nós se empenha em destruir…
    Mais beijinhos para ti super Guerreira!

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  12. Angela: me has devuelto el artículo, como se suele decir. Me viene en un momento maravilloso de mi vida: difícil, complicado.. de crecimiento. Muchas, muchas gracias, y no dudes nunca de esa maravillosa creatividad que posees… es magia pura!!

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  13. elbuscador777! tu mensaje llega también en el momento justo…compartimos experiencias…yo también estoy en un momento maravilloso de mi vida (que bueno atrevernos a verlo así!) . mi creatividad surge ahora con más fuerza que nunca y es muy enriquecedor saber que sirve también a personas como tu! Gracias por venir!!!! Un saludo y vuelve más veces (te echaba de menos!)

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  14. Linda, hoje venho, mas não venho só!….. A realidade está dos olhos para dentro e a ilusão dos olhos para fora. E, apenas quando paramos para pensar e descansar podemos ser conscientes e entender a realidade de outra forma. Paragem e descanço este, que nos leva a observar em profundidade a nossa actual situação, torna-nos mais conscientes, liberta-nos da rotina frenética da vida e nos ajuda a curar e cicatrizar velhas feridas e preparar o corpo e a mente para novas batalhas!
    Hoje venho, mas não venho só….. Trago uma pequena surpresa, do meu jardim, – um lirio – para que ajude essas guerreiras e as ilumine nas novas batalhas! um forte abrazo e mts bjinhos

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  15. Querida amiga: este espaço ficou agora contagiado da luz, a beleza e o perfume desse Lírio, tão bom!! As flores são sempre companheiras que nos ajudam a parar, para espreitar com calma, devagar, e ver a beleza num instante que no fim é so para nós!
    Obrigada pela flor e a amizade incondicional!
    Mais beijinhos com um perfume de alfazema e também agora, de lírio!

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  16. Entre tanto viajar me había perdido este cuento, ay qué bonito!!!!! por su carácter humilde seguro que a la guerrera Sarandera no le gustaría que la llamaran SABIA, pero es que yo no encuentro otra forma de expresar lo que ella y este cuento me transmiten… poco a poco, como todos te han dicho ya, tu creatividad está emandado con tanta vida que no podemos evitar dejarnos llevar por tu persona.
    Un beso

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  17. Querida virginia,
    Justamente, aunque esa guerrera no lo sepa, su madre le puso ese nombre como una combinación de SAbia+CuRANDERA, así que no está mal que así la veas, porque lo es, es SABIA y CURANDERA, como esa parte que esta dentro de nosotros que sabe lo que nos conviene y nos lo dice bajito por las noches y esa otra que nos cura cuando sin querer ponemos, instintivamente (o aconsejados por esa sabia 😉 ) las manos sobre nuestro cuerpo para aliviar los dolores y las heridas…
    Gracias por venir siempre y dejarte llevar y llevarme también hacia lugares inciertos pero en paz 😉
    Mil besos!

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