Durante muchos años imaginé este día como siendo aquel en que todos los problemas estarían resueltos. Siempre pensé que a los 30 mi vida estaría organizada, resuelta, tendría un trabajo que me gustase mucho y mi vida familiar seria tranquila y feliz. Estaba convencida de que existía casi una barrera física entre la vida adolescente y la vida adulta y estaba marcada por los 30. Hace dos años esta idea comenzó a desvanecerse y definitivamente hoy no queda nada de ella. Y entonces, ¿como me siento hoy? Al cumplir 30 tengo la sensación de que esas ideas que comenzaron a desaparecer hace casi dos años han dado paso a otras que hoy se hacen más fuertes y firmes pero que probablemente no duren mucho… o si…pero eso ya no me preocupa.
Durante los últimos años mi vida ha cambiado mucho y especialmente en los dos últimos he sentido que las cosas comenzaban a tomar un rumbo. A pesar de los cambios laborales, de haber comenzado a estudiar de nuevo y de seguir en el país vecino parece que al final cada vez estoy más cerca de alcanzar mis objetivos. Quizás porque ahora busco metas a corto plazo y así todo es más fácil, pero eso sí, sin perder el destino final…¡Ser Feliz con lo que hago!
Hoy curiosamente es festivo aquí en Portugal lo que convierte mi cumpleaños en día de fiesta por partida doble. El 10 de Junio se celebra el “Dia de Portugal, de Camões, e das Comunidades Portuguesas” todo un día para conmemorar la cultura Portuguesa y recordar sus hazañas a lo largo del tiempo. Para mi será un día de trabajo mas pero de alguna manera especial. Tengo muchos motivos para estar feliz hoy y todos los días, pero hoy, como todos los días del año, me haces falta TÚ.
TÚ, que cuando llego a tu casa parece que el mundo se hubiera parado y nada malo puede pasar, que me enseñas tus plantas y me cuentas lo mucho que han crecido y yo te cuento como están las mías y en esas se nos va el tiempo… ¡El mejor tiempo! TÚ, que igual que yo has vuelto a estudiar y parece que nunca estamos satisfechos con lo que sabemos, porque queremos leer, queremos escuchar y vivir y contar después y compartir más tarde todo lo que pasa a nuestro alrededor, a lo largo y ancho del planeta. TÚ, que llegaste para enseñarme que es mejor arrepentirse de haber hecho algo que no de no haberlo hecho y siempre me motivas a hacer ejercicio y has conseguido casi sin querer que me compre una bicicleta. TÚ, que al igual que yo eres géminis e imparable, llena de energías y te entregas con pasión a todo lo que haces. TÚ, que estas en las antípodas descubriendo la gran mujer que eres, que la felicidad es algo que llevas dentro y hace tanto que no te veo que casi se me olvida tu sonrisa si no fuera porque me envías esas fotos tan bonitas. TÚ, que estas casi a punto de lanzarte al gran océano de vivir tu propia vida en otro país y apenas vas a cumplir 16 años y ya eres toda una mujercita sin haber perdido esa ingenuidad al preguntar “¿Por qué?” con la misma cara que cuando tenías 4 años. TÚ, que eres casi como mi hermana mayor y siempre intentaba engañarte cuando no me gustaba la comida que nos dabas y este año entraste en una nueva etapa cumpliendo 40!
TÚ, sí TÚ que estas en España, Kenia, México,Colombia Jerusalén, República Dominicana de Nortea Sur, de Este a Oeste a lo largo y ancho de todo el planeta y que cada vez que te encuentro parece que no hubiera pasado el tiempo. TÚ, que eres mi familia, mis raíces, de donde vengo y a donde voy cuando estoy bien, cuando estoy mal, cuando necesitas ayuda, cuando nacen tus hijos y mueren tus padres que también forman parte de mi.
TÚ, que no sabes que aquellas caléndulas amarillas y naranjas que tu madre le regaló a la mía, ahora también viven en mi casa y cuando las riego me acuerdo de la casa de Valdepares, de donde las flores vinieron, donde tan buenos momentos pasamos. TÚ, que cada vez que hablamos me preguntas “¿Cuando vienes a verme?” y yo solo quiero que sigamos viajando a donde tú quieras, porque contigo todo es fácil porque sé que me quieres bien. TÚ, que me entiendes casi sin hablarte, y que vives rodeado de mar y te debo una visita para que sigamos arreglando el mundo con una cervecita y ninguna prisa. TÚ, que vas a tener un bebé y estas tan lejos y a la vez tan cerca que a veces no sé muy bien si estas en USA, Bosnia o aun estas en España.
TÚ, TÚ y TÚ que vives en Oviedo, Madrid, Barcelona y escribes, sales en la tele, traduces y sigues teniendo la misma sonrisa que cuando tenías 16. TÚ, que has compartido conmigo los momentos importantes aún estando en el hemisferio sur desde que aquella noche me robaste un baile, me regalaste un sueño y me enseñaste que vale la pena tener esperanza.
TÚ, que estas en Colombia y me abriste las puertas de tu casa y me hiciste sentir como si estuviera en la mía. Que me enseñaste la belleza de cada rincón donde me llevaste y me contaste las historias más bonitas que conozco. Que me hiciste descubrir que una parte de mí siempre había estado allí, esperando a que yo llegara para que desde entonces ese lindo país esté conmigo en cada aventura.
TÚ, que recoges cada jueves los pedacitos que llegan de mí y los recompones poco a poco para que el lunes pueda volver a trabajar. Que me recibes con los brazos abiertos y la sonrisa puesta, llueva, haga frío, tengas hambre o estés aburrido. Que me enseñaste a bailar, a dejarme llevar, a ver la gente pasar, y haces que llore de risa. Que dices “grisesito”, “susio”, “amorsito”, “boquisusia” y te amo más cada vez que te escucho ese acento tan dulce que llegó para quedarse y ojalá no se vaya nunca…
Estés donde estés hoy, como todos los días, TÚ me haces falta, te pensare con la puesta de sol como TÚ me enseñaste para que ese momento, que siempre había sido triste para mí, siga siendo el ratito que te dedico todos los días. Mientras yo seguiré reinventándome, riendo, bailando, llorando,estudiando, amando, creciendo…porque no creo que dejé de hacerlo nunca…
Os quiere… Ángela.