Ahora que es otoño y mi maleta por fin descansa en lo alto de la casa me siento a escribirte rodeada de flores y me pregunto ¿me habré equivocado de estación?
Ahora que es otoño y el limonero, que creíamos muerto, ha decidido florecer, te cuento, mientras te sirvo una taza de té, que he vivido uno de los veranos más largos y emocionantes. Desde que cambié de vida, hace dos años y trabajo deslocalizada, mi estación favorita es realmente un momento para disfrutar. He podido improvisar nuevas fórmulas interesantes para viajar. A mi faceta de “cuidadora de gatos a domicilio” le he añadido “fotógrafa oficial de viajes en pareja”, eso sí, de momento sólo lo hago con personas de confianza 😉
Ahora que es otoño y la buganvilia se cuelga esplendorosa por la fachada me pongo a hacer balance ¿quieres azúcar o leche con el té? En estos últimos meses he tenido la suerte de abrazar, oler y mirar a los ojos a todas, o casi todas, las personas importantes de mi vida. Refrescantes reuniones de primos (de las dos partes), reencuentros con amigas de la infancia, noches de baile y conversaciones con personas fascinantes de las que siempre aprendo…¡y todos me han tratado tan bien! Seguir mi camino siempre es más fácil gracias a todo ese cariño 🙂
Ahora que es otoño y la lluvia humedece las últimas petunias te cuento que he revoloteado a mis anchas por Iberia, cruzando y descruzando esa línea que alguien pintó en un mapa que yo no tengo; que me he derretido con todos los helados que me ha dado la… lengua y cosquillas líquidas de libertad han burbujeado por mi cuerpo en el Mediterráneo, el Atlántico y en el Cantábrico.
Ahora que es otoño y las rosas blancas me saludan desde la ventana te confieso que también he tenido tiempo para algún “hasta pronto ¿quizá?” Es verdad que hoy las distancias se acortan con los hilos invisibles de las tecnologías y que en realidad hace ya dos años que nos separamos de cama y de país, pero vivíamos en el mismo continente. Quiero pensar que siempre estaremos presentes en nuestro futuro de caminos distintos. El suyo hoy en Colombia, el mio hoy en España. Cada uno regresó a su país de origen. Está bien, sigo sintiendo que fue, que es lo mejor. Sin duda te extrañaré y estarás en mi corazón siempre. A veces me pregunto si Portugal notará nuestra ausencia o seguirá igual, con sus fados, su ¿crisis eterna? sus cafés y esos sabores y amigos que nos hacen falta, como si los diez años que allí dejamos pintados juntos nunca hubieran existido…¿o será que en realidad ya están tan integrados que forman parte de su esencia?
¿Quieres un poco más de té?
Ahora que es otoño y han aparecido esas margaritas amarillas como por arte de magia es tiempo de reunir a todas las “yo” que se quedaron entretenidas en algún rincón de los que recorrí estos meses: la que lleva puestas las botas de geóloga y se perdió desde la imaginación en los Pirineos al llegar a Huesca, la que sigue tumbada en tu sofá anhelando ese abrazo acogedor, la que vuela aún entre el mar y el verde del paraíso, la que está enredada en la risa de los más pequeños de la familia, la que se quedó flotando con aquel niño de ¿11 años? que bailaba como Billy Elliot en una playa de Lanzarote, la que sigue observando a pasajeros y escribiendo historias en aquel tren entre Coimbra y Braga, la que está atrapada en el olor de tu bebé, la que siente que el tiempo entre hermanas nunca es suficiente para calmar la sed de amor y bocatas de nocilla, la que nunca quiere irse del mar y le promete volver al año siguiente. A todas, os necesito aquí, este año es importante…
Ahora que es otoño y mi casa ha sido tomada por las flores me abrigo de alguna melancolía que trae el final del verano, de la sensación de bienestar de haber superado muchas pequeñas cosas, de la felicidad de disfrutar del presente, los proyectos sembrados que ya están brotando, los nuevos cuadernos, bolígrafos y agenda que recogerán infinidad de momentos y la vuelta a algún aprendizaje presencial…
Ahora que es otoño me quedo con la vida que llega cada día, la que huele a flores frescas de jazmín como mi cuarto.
…a veces…
vuelve cuando quieras,
aquí siempre hay té,
y mientras…
no te olvides
de oler
las flores…
7 comentarios en «Ahora que es otoño y …»
Uhmmmm angy, cada vez escribes mejor 🙂 bsss
¡Me encanta! Un placer disfrutar de este té contigo, rodeada de flores y dando la bienvenida a la nueva estación 🙂
Iciar qué bueno tenerte por aquí! Gracias por recibirme siempre con los brazos abiertos de tu casa y compartirte en esos cafés tan ricos 😉
Moona para mi también es un placer tenerte por aquí y poder disfrutar, la próxima vez en persona otra vez 😉
Besos a las dos!
El día que te fuiste, me instalé en tu cama, que ya es oficialmente la-cama-de-Ángela, con el deseo y la tranquilidad de saber que volverás a ocuparte de mí cuando a mis dueños – sobre todo a mi dueña – le entren las ansias de volar y conocer. Gracias por compartir ese verano con nosotros y por dejarnos la sensación de que sigues aquí.
Abrazo con ronroneos
Misha
Tan linda Misha!!! No te imaginas lo que la hecho de menos!! Yo también disfruté mucho con ella y sobre todo lo bien que me hacéis sentir siempre en vuestra casa, y en mi habitación jajajaja 😉 Un beso fuerte y espero que nos veamos pronto y nos abracemos con ronroneos también!