Escribo solo para decirte
que hoy me despertó la impaciencia por besarte
y se me sube desde los pies,
y se me aloja por debajo del ombligo,
en realidad sospecho que quiere quedarse entre mis piernas.
Escribo solo para decirte
que el limonero del jardín ya tiene hojas.
Que después del desayuno sin ti
me fui al mercado
allí un señor me dijo:
“¡niña, cómprame estas fresas que están de muerte!”
y ahora me muero solo de verlas sin que lleguen a morderme la boca.
Escribo solo para decirte
que a las siete de la tarde quería salir
a pasear(me) el aburrimiento entre moscas y olivos
y no pude porque a esas horas el sol roba el aire
como si en vez de mayo
fuera el agosto del sur, más al sur.
Escribo solo para decirte
que acabo de mordisquear
unas cuantas fresas
y aunque no quise ser infantil
el jugo se me ha regado por las comisuras
escurriéndose por la barbilla primero,
y besándome el cuello sin permiso después
así ha llegado hasta… el vestido,
ese que tanto te gusta, con flores amarillas.
Escribo solo para decirte
que esta noche ¡quería tanto que estuvieras aquí!
Podríamos ver juntos la luna llena desde el patio,
por las noches se inunda de olor a jazmín y clavel,
y mientras el viento nos trae un suspiro
me dirías mirándome, con los ojos brillantes
y la sonrisa de lado
que te mueres por un mordisco
pero que a ti, no te gustan las fresas.
…a veces…
el calor
adormece el cuerpo
y despierta los sentidos…
5 comentarios en «Un mordisco de fresa»
sugerente
energizante
cálido y a la vez refrescante
junto con la aterciopelada voz de Jose Mercé,
que más se puede pedir…
Un beso Maria y gracias pro venir! 😀
Me encanta. Ahora que la he leido entera , le encuentro mucho sentido. Muy sugerente . Me gustan las poesias sugerentes .
Me alegra Fernando! Bienvenido a este espacio! A mi también me gustan las poesías sugerentes 😉 Un saludo y estás en tu casa !