Todas las embarazadas son feas

Mi jefe tiene razón:
“todas las embarazadas son feas”
¿qué belleza podría tener
una barriga que
lo único que no alberga
es ambición?
Mejor no tener que verlas,
ni a ellas,
ni a otras mujeres que
con pasión desbocada
opinan sobre la vida
deformando así
todo ese deseo
que se esconde
tras sus apetecibles escotes.
Para bien o para mal
cada uno es libre
de vivir sin empatía
¿de qué sirve esa cualidad
que estorba al poder de decisión?
Bien sabe él
que al final
las mujeres sólo anhelan una cosa:
manipular,
único don ese,
que por el bien de los humanos,
no se puede dejar
en sus manos fluyendo libre.
Más allá de su propio bigote
dice con razón mi jefe,
que sólo siente compasión,
y muy de vez en cuando,
por aquellas víctimas,
que fueron objeto
del instinto de otros
(justificadamente animal).
“¡Qué asco!”,
repite mi jefe 
con la boca llena,
“no hay nada más feo
que una mujer embarazada
¿Dónde vieron la igualdad
si van por la vida
cargando esa panza,
pensando ellas que son
creadoras,
si al final es sólo
una repugnante materia
que deforma su silueta? “
Y es que digo yo
que mi jefe sabe tanto
que debe venir,
como muchos otros seres,
de otro planeta. . .

…a veces…

tener que oír una frase así

¡es como una bofetada !