Cuentos Rumi

La casa de huéspedes

2014-06-021Últimamente, o casi siempre, ando rebuscándome por las esquinas dónde me escondí, de mi misma, entre notas de canciones de amor y desamor. Sigo buscando en medio de la poesía que veo colgando de los árboles, cayendo de color naranja, busco en el espacio de tierra que tengo en la nuca, dónde no veo ni quien eres , ni quien soy YO. Busco entre el deseo de tu piel pegada a mi cuerpo y el rechazo que está sentado en el sofá de mi cabeza y a veces, de forma fugaz consigo encontrarme.

Entonces vuelvo a mirarme despacio y me acuerdo de este poema y me lo cuento, me lo unto, me lo bebo y …por un ratito,

mientras me hace efecto

siento paz,

luego…

vuelvo a esconderme ¿y tú?

 

 

LA CASA DE HUÉSPEDES (Rumi)

 

El ser humano es como una casa de huéspedes.

Cada mañana un nuevo inquilino.

Felicidad, depresión, una maldad,

en un momento como un visitante inesperado

llega la consciencia.

¡Bienvenidos todos, pasarlo bien!

Incluso una muchedumbre de penas,

que te barren la casa violentamente

vaciando todos tus muebles.

aun así tratas con honor a cada invitado.

Igual te están limpiando

para un nuevo deleite.

El pensamiento oscuro, la vergüenza, la malicia

ves a buscarles a la puerta, riendote

e invitarles a entrar.

Estar agradecidos a todos los que vengan

porque cada uno esta enviado

como guía del más allá.

 

 

 

…a veces…

¿te das una vuelta

por tu propia casa

y eres consciente

de todo lo que 

hay/eres?

Si te ha gustado ¡comparte!

chocolate bailable

No te pierdas ningún chocolate bailable

Soy Angela

En este espacio me he dado el permiso de jugar con las palabras, la imaginación y la creatividad…

Mientras no estoy aquí me dedico a crear igualmente, acompaño a profesionales del desarrollo personal para que su proyecto de corazón tenga formato digital. He puesto mis conocimientos en diseño web, marketing digital y creatividad al servicio de personas que ayudan a otras a tener una vida más plena y feliz. Puedes encontrarme en www.angysanz.es

6 comentarios en «La casa de huéspedes»

  1. Cuando me ciego y agobio, el invitado siempre es el Señor que serena mi existir, una vez más estaré esperando. Si las fuerzas aflojan y me averguenzan,Tú me das con que seguir. una vez más en tí, yo esperaré. Solo tu amor me acompaña y me permite avanzar. Su gracia lloverá sobre nuestra vida, se volverá alabanza, comunión, abrazo y gloria con todos los que vengan.

    Bendiciones, eres buena hija, lleva mas almas al cielo.

    Responder
  2. Olá Ângela! Uma casa de hóspedes…..que nunca se transforme em casa de espíritos! E que a música e a rte de um modo geral nos ajudem a, pelo menos conviver com os nossos espíritos! Deixo-te esta música fantástica de um a fadista portuguesa, Médica que, como tu, preferiu dedicar-se ao que a fazia feliz: o Fado! E que coisas lindas ela canta! Como esta – A esquina de um tempo, onde perdemos alguém ou onde nos perdemos de nós mesmos! Mas deve haver outras esquinas que, noutro tempo nos levem ao encontro desse alguém ou…. de nós mesmos! Ela tem canções fantásticas (Asas, Guitarra triste, A voz da poesia, Incerteza, Despedida, O teu encanto enfim… tantas outras que têm vídeos no youtube mas esta, “esquina de um tempo” já não consigo encontrar o vídeo – ainda que para mim pouco importe porque tenho o cd dela).E porque também te sinto um pouqinho parte de mim, espero que te encha a alma de paz e de esperança! Um abraço forte!

    http://mrtzcmp3.net/katia_guerreiro_1s.html

    Abraço forte
    ZG

    Responder
  3. En una noche escura,
    con ansias en amores inflamada,
    ¡oh dichosa ventura!,
    salí sin ser notada,
    estando ya mi casa sosegada.
    A escuras y segura
    por la secreta escala, disfrazada,
    ¡oh dichosa ventura!,
    a escuras y en celada,
    estando ya mi casa sosegada.
    En la noche dichosa,
    en secreto, que nadie me veía
    ni yo miraba cosa,
    sin otra luz y guía
    sino la que en el corazón ardía.
    Aquesta me guiaba
    más cierto que la luz del mediodía,
    adonde me esperaba
    quien yo bien me sabía,
    en parte donde nadie parecía.

    ¡Oh noche, que guiaste;
    oh noche amable más que el alborada;
    oh noche que juntaste
    Amado con amada,
    amada, con el Amado transformada!
    En mi pecho florido,
    que entero para él solo se guardaba,
    allí quedó dormido,
    y yo le regalaba
    y el ventalle de cedros aire daba.
    El aire del almena,
    cuando yo sus cabellos esparcía,
    con su mano serena
    en mi cuello hería
    y todos mis sentidos suspendía.
    Quedéme y olvidéme,
    el rostro recliné sobre el Amado;
    cesó todo y dejéme,
    dejando mi cuidado
    entre las azucenas olvidado.

    “Noche oscura del alma”, San Juan de la Cruz

    Responder
  4. Gracias José por tus palabras y tu propia experiencia! Bienvenido a este chocolate Bailable dónde todo puede ocurrir…:) Un abrazo fuerte y estás en tu casa!

    José, realmente a música é fantástica e consegue fazer com que tudo fique diferente…na realidade escrevi este texto desde um lugar feliz, mas sinto que as minhas palavras foram interpretadas desde outro lugar. Para mim está a ser fantástico iluminar zonas antes desconhecidas e ter mais consciência ainda, de que as vezes estou perdida, mas não faz mal, porque no instante em que sinto isso, volto a estar comigo 😉 Beijo grande no coração e obrigada por ser companheiro de viagem!

    Matilde, que bueno tenerte por aquí!! Muchas gracias por tu visita y por tu poema! Un abrazo fuerte!

    Responder

Deja un comentario

Otros Chocolates que quizás te quieras bailar...

Pájaros en la cabeza…?

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=1rENnKECnfs] O Alas para volar…? Via: Humanismo y Conectividad Post Relacionados: De la creatividad y sus formas Atrévete …a veces… tengo que dejar volar la imaginación para que algunas ideas lleguen bien alto…

Leer más »
Ilustracion Zita
Bailable

Un adiós loco de amor…!

  Le dio a “confirmar” y estaba lista, su billete de regreso estaba comprado. Ya no había marcha atrás…de repente en la garganta le quemó un beso por decir y supo lo que tenia que hacer.   Se pintó los labios de rojo, su rojo favorito, y por fin le escribió un mensaje   ”

Leer más »
Relatos cortos

El último gesto de amor

El viento en la cara. Caminar sin rumbo. Saludar mis vecinos en el ascensor. Recordar que me he olvidado de comprar un poco de azafrán para la paella de hoy y volver a la tienda. Tener el pelo cada vez más blanco, como tú amor. Llorar de risa. Aguantar tu malhumor y tus manías. Flotar

Leer más »