Ayer después de muchos intentos decidí que una de mis orquídeas (la última que tenía) estaba muerta. Mi madre y yo habíamos hecho lo posible por salvarla cambiándola de lugar, la llevamos por toda la casa, ahora más luz, ahora menos luz, ahora más humedad, ahora menos. . .pero no resistió y creo que la causa de sus males fue una corriente de aire bastante fuerte que intentó llevarse su alma el año pasado. Casi lo consigue pues ella era fuerte y se resistía a irse. En diciembre nos dejó ver una pequeña luz, una nueva hoja, pero no puedo ser.
Mi madre, que es una mujer muy sabia, se llevó la maceta de la orquídea para vaciarla y al poco tiempo reapareció con la misma, llena de flores que había cortado del jardín. Mi cara y mi corazón se iluminaron al verla y aunque sentí alguna tristeza por la orquídea, sé que hicimos todo lo posible por salvarla y la recuerdo como una de las más bonitas que haya tenido. Recordé entonces que, muchas veces hablando de plantas, mi madre siempre me dice “No pasa nada si alguna planta se pone muy fea y hay que tirarla, a ellas también hay que dejarlas morir” y ¡qué razón tiene! Para que las flores que están a mi lado, mientras te escribo, me acompañen hoy, tuve que tomar esa decisión, dejar ir a esa orquídea agonizante que ya no tenia energías para seguir.
Ahora que la primavera ha hecho que mi propio corazón florezca, porque vuelve a soñar, porque está enamorado de la vida y sobre todo de si mismo, ahora que me ocurren cosas buenas todos los días sin buscarlas y después de esta pequeña anécdota pienso en cuanto sufrí por no querer dejar “morir” partes de mi, por no querer dejar atrás, en el pasado, en su lugar, determinados momentos, personas, emociones de mi vida que ya no pertenecían al presente y estaba empeñada en llevármelas y empujarlas a la fuerza al futuro…y hubieran llegado como esa orquídea, que en su esencia era preciosa pero que ya no tenía energías para seguir. Su camino y su vida habían llegado al final. . .
La naturaleza es definitivamente muy sabia, el otoño se lo lleva todo para que en el invierno incubemos nuevas flores que verán la primavera y que nos traeran frutos deliciosos en el verano…pero nosotros inmersos en esa constante sed de certezas y control nos olvidamos, casi siempre, de dejarnos llevar por las olas de los cambios, de que la única forma de florecer es dejando morir antes algo.
Gracias mami (¡y toda la familia y amigos!), por cuidarme como a una de las mejores flores de tu jardín, por creer en mí, por recordarme algo tan esencial como es la jardinería del alma y regalarme una ventana por la que mirar para volver a soñar con el futuro. . .
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…a veces…
hay que dejar morir las flores
por eso siempre,
nunca te olvides
de olerlas antes
cuando te las encuentres. . .
14 comentarios en «Cómo florecer habiendo muerto. . .»
Que gran verdad, a veces nos empeñamos en corservar personas, cosas, sentimientos y bellezas, en función de nuestro egoismo personal, por el amor o lo grata que nos hacen la vida, sin darnos cuenta que al igual que nosotros mismos, todo, todo, tiene también su camino, en el que nosotros no somos mas que una piedrita del sendero, dejar fluir nuestra propia vida y la del resto del universo sin querer variar su destino con el único propósito de satisfacernos, eso… eso si es sabiduría, una sabiduría que algun día me gustaría alcanzar.
Un fuerte abrazo Ricardo Flores
Aferrarse es humano, pero no por es eso es sabio! La vida fluye, y en ese fluir dejamos atrás personas, lugares, situaciones, orquídeas y hasta partes de nosotros mismos. Pero hay un tiempo para plantar, un tiempo para florecer y un tiempo para cosechar, así que prepárate porque si ahora estás floreciendo la cosecha está cercana.
Yo soy experta en matar plantas, será porque me dedico a la jardinería de personas!!
Abrazos llenos de flores
Una reflexión preciosa, muy colorista, como siempre
Un abrazo enorme Angy
@Ricardo: sin duda es así, no solo no nos dejamos soltar cosas a nosotros sino que muchas veces agarramos lo que ya no nos pertenece…pero hay que viajar así, libres, recibiendo lo que llega y dejándolo marchar cuando llega su momento…hay que encontrar ese equilibrio! 😀 Un beso y gracias por pasar por aquí!
@Shubhaa: sí que tengo la sensación de que la cosecha está cercana…el tiempo me va trayendo de forma natural los cambios y después de haberme resistido tanto, ahora que voy con ellos, todo parece y se siente mucho más fácil! Gracias por ser la jardinera de mi alma también 😉 Besos!
@KATREyuk: me alegra que te haya llegado ese color! a mi me llega tu abrazo y te envío también otro grande! Gracias por venir!
Qué alma más bonita tienes querida Ángela!!! Sí, todo llega a su fin y aunque cuesta aceptarlo muchas veces descubrimos que con el tiempo llegan otros colores, olores y emociones.
Bonitas flores las que salen de tu mente!!!
Abrazos.
Gracias linda Tegala! Cuesta mucho pero al final hay más espacio para lo que viene, para lo que me traiga el futuro, para más flores! 😀 Algún día tendrás que venir a verlas 😉 Besos en el corazón!
Pues creo que saliste ganando con el cambio, y muy bien por tu madre: el resultado es precioso.
Me encantan las gerberas, y ese color tan bonito y vital cambia la energía de cualquier sitio.
Gracias y bienvenid@ elmetodosedona, definitivamente el cambio fue muy bueno 😉 Y tienes razón esas flores me acompañan y me devuelven la energia cuando me falta! Gracias por venir, hazlo cuando quieras, estás en tu casa! Saludos!
Madre Ange, ¿no lloraste de emoción escribiendo este post? para regar tus nuevas flores, digo… ¡es precioso! la primavera late dentro de ti porque hiciste un viaje hacia lo más profundo de la tierra, y allí también supiste cuando esperar a ver un rayo de sol, y cuando remover con fuerza para que entrara aire de vida! y todo eso lo saben hacer las personas que aman la jardinería, el arte de hacer más vivo aún el ciclo de la vida.
Beso!
Virgi! pues claro que llore al escribirlo…fue uno de esos momentos de profundo entendimiento, pero sintiendo, de esos en los que sientes con todo el cuerpo lo que acabas de entender, porque a veces la razón lo tiene todo muy claro, pero no el resto de cuerpo . . .Sin duda la primavera late sí, por todas partes 😀 Gracias por acompañarme siempre! Besos!
Gracias Ángela! hermosas palabras ante las que no se puede añadir más que…gracias!!
Gracias a ti Maria por pasarte por aquí! Un saludo y muy feliz semana!