De una conciencia limpia

 

Adriana llegó a su destino dejando atrás un amanecer gris y lluvioso para encontrarse con un atardecer dorado y luminoso. Tenía que estar allí aquel yacimiento que se citaba en tantos libros y parecía ser tan importante, el que ella buscaba. Tres años  de investigación, de viajes a lugares remotos, dispares y de muchos intentos fallidos, de desilusiones y  nada de familia, nada de tardes de cine,  ninguna cena romántica y ni siquiera un café rápido para ponerse al día de la vida de sus mejores amigos.

 

Armando la observaba en la distancia y por un momento ella se giró alertada por un ruido y él pensó que después de tres años de cuidados iba  ser descubierto, pero no lo fue.

 

Después del ruido que la distrajo volvió a concentrarse en el mapa. Sentía que ya estaba muy cerca y a pesar de que alrededor no veía nada sospechoso tenía una corazonada. Caminaba por una zona de relieve suave cubierta de una alfombra de trigo amarillo-anaranjada. Se le antojaba un paisaje tranquilo, uno de esos lugares donde nada malo puede ocurrir. Se sentía bien y por un momento se había olvidado de Miguel. Después de que él se fue dejándola en un mundo más hostil y más difícil sin sus abrazos, ella le había cerrado la puerta al amor a cal y canto. El trabajo le daba algunos disgustos pero no le dejaba el alma dolorida, ni un sabor amargo en los labios, ni le quitaba el sueño dejándola al antojo de los deseos del insomnio.

 

Armando la había conocido en la facultad y se había obsesionado con ella,  con que siempre tenía mejores notas que él en todos los exámenes, con la forma tan especial  con la que la trataban todos los profesores y con las conquistas en la arqueología que había ido acumulando desde que se había decidido a investigar. Ella tenía todo lo que él quería y no podía tener. Desde entonces se había convertido  en su sombra y esta vez había cuidado todos los detalles para que el hallazgo no se le escapara. Seria él quien se llevaría todos los premios y reconocimientos.

 

Adriana seguía caminando con su vista en el horizonte hasta que de repente -¡aaaaaaaaaaaaaaaaah! Su grito se ahogo en un pozo  por el que descendió a las entrañas de la tierra. Fue a caer, por suerte aunque se asustó, encima de una vaca muerta que atenuó el golpe. Aunque dolorida y un poco atolondrada saco su linterna para ver lo que le rodeaba. Sin poder contenerse  gritaba de emoción – ¡Dios mío lo he encontrado, lo he encontrado! Vio ante sus ojos un entramado de túneles con pinturas, con restos de utensilios, alguna calavera y algunos animales muertos. Durante algunos minutos su emoción eclipsó cualquier otra cosa pero de repente se dio cuenta de que no sabía cómo salir de allí, entonces empezó a gritar.  Su teléfono no conseguía captar señal y nadie la podía ayudar.
 

–          ¡Auxilio! ¡Socorro! ¿hay alguien ahí? ¡por favor estoy aquí! ¡que alguien me ayude!

 

Después de veinte minutos de gritos desesperados Armando aún seguía debatiéndose sobre qué hacer. En cualquier caso ahora ya sabía lo que ella había encontrado allí después de haber oído los gritos de emoción antes de los de socorro. Después de disfrutar de una espectacular puesta de sol, guardo las coordenadas en su GPS y se fue, le había dado hambre y la noche acaba de llegar. Recogió sus cosas y se fue despacio y tranquilo con su conciencia bien limpia pues nunca la había usado.
 

…a veces

cuentista…

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Soy Angela

En este espacio me he dado el permiso de jugar con las palabras, la imaginación y la creatividad…

Mientras no estoy aquí me dedico a crear igualmente, acompaño a profesionales del desarrollo personal para que su proyecto de corazón tenga formato digital. He puesto mis conocimientos en diseño web, marketing digital y creatividad al servicio de personas que ayudan a otras a tener una vida más plena y feliz. Puedes encontrarme en www.angysanz.es

8 comentarios en «De una conciencia limpia»

  1. ES VERDAD, HAY PERSONAS QUE DE NO USAR LA CONCIENCIA NI SIQUIERA SABEN LO QUE ES.
    POR ESO NO PUEDEN FASCINAR A NADIE, NI ENCONTRAR TESOROS, NI SER AMADAS.
    REPELEN A LAS BUENAS GENTES Y SIEMPRE LES FALTARÁ LO MAS IMPORTANTE DE LA VIDA SIN QUE SEPAN PORQUÉ.

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  2. Pues si Elena, justamente eso, ni mas ni menos…lo peor…o igual es lo mejor es no tienen, ni tendrán nunca conciencia de que no tienen conciencia…
    Besos y gracias por venir!

    Responder
  3. Me encanta!! Como siempre, todo lo que escribes. Muy bueno, Ángela!! Mientras leía mi cabeza imaginaba, anticipaba otros finales y siempre me sorprendes. Eres una gran artista de la palabra. Sigue así, sigue contando que yo sigo hambrienta de cuentos.

    Un gran abrazo apretadito.

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  4. Gracias Tegala! Que bueno que te haya sorprendido…ese era el objetivo al final y que cada uno imagine su propio final!
    Ese abrazo me llego bien rico, te envío otro igual de apretao! 😀

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  5. Enquanto lia este último post, dei com a minha mente a voar e a pensar nas quantas “Adrianas” que haverá por aí, que embora não tenham caído em nenhuma armadilha, seguem invisivelmente amarradas às artimanhas de muitos “Armandos”, sem que nunca se despertem para isso…. Vivendo vidas aparentemente (in)felizes!
    Besos guapa y sigue escribiendo siempre! 😉

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  6. Pois é minha flor! Quantas haverá ainda por muito tempo …!
    Eu enquanto lia o teu comentário pensava na maravilha de escrever quando as pessoas lêem e interpretam as palavras de formas e cores tão diferentes… Tu sempre me surpreendes! Fantástica! Obrigada por ler e dar vida a minhas palavras!
    Beso y vuelve siempre!

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